lunes, 23 de enero de 2017

Pisando Fuerte


El regreso de los toros a la Santamaría de Bogotá en Colombia, ha sido una de las noticias más comentadas en el mundo del toro y además una de las más esperadas, y esto se tradujo en un apoyo total a la fiesta que regresa con un "no hay billetes" un lleno total por parte de los aficionados que de todas partes llegaron al coso colombiano a apoyar a la fiesta.

El regreso de las corridas de toros a esta plaza es un gran ejemplo para todas aquellas en donde se han prohibido los toros, el que esta plaza haya contado con un lleno hasta la bandera es un golpe para las anti, los cuales en varias veces han dicho que somos ya muy pocos los interesados en la fiesta de los toros.

El maravilloso cartel que reinauguró esta plaza estuvo conformado por: El Juli (español), Roca Rey (peruano) y Luis Bolívar (colombiano), toreros de renombre, toreros que ponen su máximo en cada tarde, pero que sin duda la tarde del 22 de enero del 2017 fue con un toque especial por parte de estos diestros, dando así un espectáculo hermoso, no con muchos premios, pero cargado de sentimientos.

De acuerdo a algunos artículos sobre el tema hay algo que me llamó la atención un comentario que algún anti debió haber realizado, en el que mencionaba que ha habido un retroceso político, cultural, social y normativo; no lo creo así sino más bien como una forma de evolución en el pensamiento, porque con esto de cierta forma una sociedad está respetando tradiciones y preferencias de las personas y obviamente no lo niego por medio los intereses económicos que el regreso de un espectáculo como el de los toros genera a todas sus partes interesadas.

Definitivamente, aún no termino de comprender que la gente no comprenda que los toros no deben manejarse como un aspecto político, sino debe manejarse como aspecto cultural, debe protegerse y aceptarlo como parte de nuestra cultura, es parte de la huella de identidad en especial de los pueblos en donde la raíz española es fuerte, es algo que simplemente no podemos ocultar como parte de nuestra historia.

Como he mencionado antes, este es el primer gran paso, el inicio de una defensa interminable por nuestra pasión, por así decirlo nuestro vicio, pero para que se mantenga todo este esfuerzo así de fuerte la fiesta requiere de todos nosotros estando ahí apoyando y fomentando esta fiesta tan bella y cargada de sentimiento.

Olé por la Santamaría!!!