El tema de moda de hoy en día en el mundo del
toro, que más que por ser polémico por naturaleza, para mí es cosa de
política, es el hecho de que prohíban a los niños la entrada a las corridas de
toros, una forma de atacar al fomento de nuestra fiesta de raíz.
Esta prohibición en sí es absurda, supuestamente
por el impacto psicológico que causa en los menores el observar una corrida de
toros, porque supuestamente observan en las corridas de toros "demasiada
violencia", pero esto es tan absurdo esto porque hoy en día en especial
los niños están expuestos a todo tipo de violencia o agresiones en medios
visuales y en sí en todo nuestro alrededor, toda esa contaminación visual que
perturba la mente de los niños y de adultos, creo que para poder decir que las
corridas de toros son violentas se deben observar ciertas campañas o programas
que se muestran, incluso hasta los juguetes con los que muchos niños juegan.
En lo personal, he asistido a las corridas de
toros desde que nací y desde ahí año tras año, y puedo confirmar que la “supuesta
violencia" que he visto en las corridas de toros, no me han afectado para
nada, no me he convertido ni en ladrona, asesina, insensible, ni en nada
de las supuestas cosas que inventan que somos los aficionados a las corridas de
toros; al contrario ir a la plaza de toros a una corrida, me ha enseñado varios
valores, que se los puede comprobar y que está ahí presentes en una tarde de
toros y que junto de la mano con las enseñanzas de mis padres me han hecho
una persona de bien.
Si vemos más allá de las corridas de toros, nos
enseñan en especial cuando uno es todavía niño que la vida no siempre son
triunfos o que las cosas no siempre son las más justas, las corridas de
toros a más de ser un bonito arte (que estoy segura de que a muchos niños
encanta y fascina) también nos enseñan que la vida cambia las circunstancias de
un momento al otro, que los premios llegan en el momento correcto
pese a todas las dificultades que se tengan que atravesar, nos enseñan también
que debemos ser valientes, a levantarnos y seguir con lo que tengamos en frente,
así como los toreros cuando sufren percances y algo que considero muy importante nos enseñan a trazarno un objetivo de vida y a luchar por el cueste los que cueste; y créanme esto y más lo aprendí
desde que soy una niña de la mano con mis padres asistiendo a una corrida de
toros.
Es importante que los profesionales del mundo del toro y los aficionados luchemos
por el derecho que tienen nuestros niños de asistir a las corridas de toros,
que sigamos fomentando la fiesta de los toros con fundamentos y valores a
nuestros pequeños, porque es una verdadera pena que en países como Ecuador
(mi país), México, tengo entendido que en algunas partes de España, y otros
países taurinos, quieran que los niños y adolescentes, (dependiendo
según la edad que nuestros legisladores establezcan como mínima para ingresar a
una corrida de toros), no ingresen a vivir esta bella fiesta, que les quiten
la oportunidad de ver una corrida de toros y sobre todo de decidir si es de su
gusto o no después de ya haberla conocido o por lo menos vivido alguna vez en
su vida.
Por todo lo expuesto y más debemos alzar nuestra voz de protesta, luchar por nuestro derecho a decidir y fomentar nuestra fiesta con los más pequeños, para que nunca muera y cada seamos más.
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